Ya dijimos anteriormente que el término Chlorella significa "pequeña verde". La palabra Clorofila quiere decir "hoja verde" (phyllon "hoja"), y este elemento es lo que le da a la Chlorella y a todas las plantas verdes tanto su color característico como su habilidad para elaborar energía a partir de la luz solar.La Chlorella contiene más clorofila por gramo que cualquier otra planta terrestre o acuática. Otra alga, la espirulina, considerada como una buena fuente de clorofila, contiene 7.5 miligramos por gramo de alga; en cambio la Chlorella tiene un contenido clorofílico de 30 mg. por gramo (30 gramos por kilo), es decir, cuatro veces esa cantidad."Las algas verdes son las fuentes más ricas en clorofila del mundo de las plantas; y, de todas las algas verdes estudiadas hasta ahora, la Chlorella es la de mayor concentración, alcanzando a veces un nivel de 3 a 5 por ciento de clorofila", dice el doctor Bernard Jensen. "Los complementos de Chlorella pueden apresurar el procedimiento de limpieza de los intestinos, el torrente sanguíneo y el hígado, gracias a su gran aportación de clorofila. En adición a esto, el misterioso Factor de Crecimiento de la Chlorella apresura el proceso de recuperación de cualquier hígado dañado"."Agrega que, aunque las hojas verdes de las verduras son una fuente de clorofila, contienen menos de 0.5 por ciento de esta sustancia. La alfalfa, de la cual se suele extraer comercialmente la clorofila, produce únicamente de 8 a 9 libras de clorofila por tonelada, es decir, alrededor de 0.2% después de extraída, a pesar de ser una de las plantas más ricas en clorofila. La clorofila líquida que se vende comercialmente en realidad no contiene más que un uno por ciento de esta sustancia.El contenido clorofílico de la Chlorella es importante, puesto que significa una notable contribución al efecto de esta alga en el organismo. Un ejemplo de esto es la manera en que estimula la formación de eritrocitos (corpúsculos rojos) en la sangre.Dos investigadores de la Universidad de Liverpool realizaron varios experimentos con animales de laboratorio. En uno de ellos se administraron dosis variables de clorofila (refinada o fresca) a algunos conejos con anemia inducida. Los conejos pudieron convertir la clorofila en hemoglobina, con la consecuente corrección de la anemia. A pesar de que la reacción se produjo indistintamente al utilizar las dos clases de clorofila, es necesario recalcar que el porcentaje de conversión fue mayor cuando se utilizó clorofila fresca.La clorofila es capaz de influir en el crecimiento bacteriano y animal, el metabolismo y la respiración, la acción hormonal, la nutrición y el sistema inmunológico. También acelera la curación de heridas y quemaduras y además sirve como desodorante. La clorofila ha estado asociada con el control de los olores por mucho tiempo. Se ha reconocido su efectividad -y es un asunto documentado- para combatir el mal aliento y los olores desagradables de las axilas. En los asilos de ancianos, la clorofila es un auxiliar eficiente para controlar los olores causados por la incontinencia de orina.De modo que su alto contenido clorofílico hace que la Chlorella se comporte como un agente desodorante efectivo. Las personas que la utilizan como complemento alimenticio a menudo encuentran que los olores desagradables del cuerpo y del aliento disminuyen considerablemente. Además, se la puede emplear en el tratamiento de ciertas afecciones cutáneas que producen mal olor, proveniente de la descomposición causada por bacterias. En algunos casos de esta naturaleza se ha usado una solución filtrada de polvo esterilizado de clorofila. Naturalmente, este procedimiento debe ser indicado y vigilado por el médico; nunca debe ser administrado por uno mismo.La primera demostración de la acción clorofílica como estimulante de la regeneración de los tejidos se llevó a cabo en 1930, cuando Rollet y Burgi comprobaron que el extracto de plantas verdes promovía el crecimiento de los tejidos en cultivos.En 1943, un grupo de médicos de una escuela de medicina de Nueva York estudiaron los efectos de una aplicación de ungüento de clorofila en solución acuosa en una cantidad de casos de diversos tipos de úlceras de la piel, y descubrieron que la mayoría de los casos (19 de 25) respondieron favorablemente al tratamiento. La clorofila produjo un efecto estimulante sobre el tejido de sostén, promoviendo de este modo una curación rápida.Otros investigadores de la década de 1940 informaron de resultados alentadores, como:Más de 1000 casos de resfríos y afecciones respiratorias tratados y curados con clorofila.20 casos de afecciones de colon tratados con clorofila; la mayoría de ellos evidenció una mejoría notable.25% de progreso en la curación de heridas en más de 1300 animales de laboratorio tratados con clorofila.(Puesto que la clorofila es muy rica en carotenoides, resulta muy interesante especular acerca de que sus efectos curativos se deben realmente al caroteno.)En 1941 el Dr. S. L. Goldberg informó acerca de 300 pacientes de piorrea (encías sangrantes y dientes flojos) a quienes se administró clorofila, que experimentaron un progreso notable. La estomatitis de Vincent -infección de las encías que ocurre a menudo en personas afectadas de estrés, y agravada por una subyacente deficiencia severa de vitamina C- también fue tratada con clorofila por el mismo facultativo. El tratamiento consistió en utilizar una solución de clorofila como enjuague bucal, por lo menos dos veces diarias y la aplicación de clorofila entre los dientes y en las encías tres o cuatro veces al día. La aplicación puede hacerse con un gotero común. (El respetable Jñàpika Gurú enseña a sus discípulos a frotarse los dientes con el dedo índice remojado en aceite extravirgen con CHLORELLA; esto hasta que rechinen los dientes y entonces usar hilo dental y practicar una cuantas veces el Vamana página 461 del YUG YOGA YOGHISMO en traducción del Dr. Ferriz Olivares)Goldberg notó que las aplicaciones de clorofila produjeron el fortalecimiento de los dientes, el cese del sangrado de las encías, y el crecimiento de nuevo tejido en reemplazo del tejido dañado.(Una adaptación casera de este procedimiento se puede lograr comprando Chlorella en gránulos o en polvo para preparar con ella una solución en agua. Se debe utilizar una solución nueva para cada aplicación. También se puede colocar polvo de Chlorella en el cepillo de dientes y pasarlo suavemente sobre las encías. Como en el caso de cualquier otra afección dental, asegúrese de consultar primero con su dentista antes de experimentar con tratamientos caseros).¿Por qué perdió popularidad la clorofila durante, más de treinta años, a pesar de los éxitos que acabamos de repasar, además de muchos otros experimentos positivos que demuestran su efectividad?La explicación podría encontrarse en las expectativas frustradas acerca de ella. En 1949 el Reader's Digest publicó un artículo acerca del "Misterioso poder de la clorofila", y esta sustancia se puso de moda. Se la adicionaba a toda suerte de productos, desde los dentífricos hasta los desodorantes y las medicinas. El problema estuvo en que la clorofila utilizada por los fabricantes no era pura. Se trataba de una sustancia llamada clorofilina sodica de cobre, preparada mediante la descomposición de la clorofila natural anexada a un ion de cobre. Tenía el aspecto de la clorofila, se tornaba de color verde, y conseguía la venta de los productos. Pero no se comportaba como la clorofila. La clorofila natural contiene magnesio en su centro. Cuando se lo sustituye por un mineral diferente, se obtiene una sustancia de cualidades diferentes.Cuando los fabricantes, los médicos y el público en general descubrieron que la clorofila, como ellos la aplicaban a la industria, no producía los resultados predichos por los investigadores, perdieron interés en ella y, en consecuencia, en la Chlorella, que era su fuente principal de abastecimiento.
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