sábado, 21 de abril de 2007

Indonesia

El cultivo de algas marinas que contienen carragenina está bien arraigado, especialmente en torno a Bali y Lombok. La industria fue establecida por elaboradores de carragenina y la mayor parte de las algas que se producen se destinan a la exportación. Irónicamente, a los elaboradores locales de carragenina les resulta difícil obtener materia prima a un precio competitivo.
Hay una industria de extracción de agar muy activa, con fábricas que comprenden desde estructuras básicas hasta instalaciones muy complejas. La industria depende de las especies de Gracilaria que se cultivan localmente, pero se resiente de la baja calidad del agar que contienen estas algas. El material de plantación se selecciona al azar; la industria necesita que se lleven a cabo trabajos para encontrar y propagar material de plantación mejorado, que crezca lo suficientemente deprisa pero produzca un agar de mejor calidad. En el sur de Sulawesi, donde se cultivan en estanques muchas especies de Gracilaria, hay un instituto de investigaciones pesqueras que cuenta con capacidad para realizar esa tarea, siempre que disponga de fondos. Gracilaria se cultiva en antiguos estanques para camarones, pero los cultivadores necesitan capital para comprar o alquilar estanques. Para ayudar a los posibles cultivadores que no pueden permitirse ni lo uno ni lo otro, la empresa elaboradora de agar más moderna está experimentando con una especie local de Gracilaria que al parecer crece bien en las orillas del mar o en estuarios. Sin embargo, no tiene conocimientos suficientes para desarrollar este método en gran escala. La FAO podría prestar ayuda en esta esfera, así como en la obtención de material de plantación mejorado.

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