China es probablemente el país más adelantado en cuanto a los métodos y el fomento del cultivo de algas marinas. Sin embargo, se ha observado que es necesario mejorar los sistemas tradicionales de cultivo, creados en los decenios de 1950 a 1970, especialmente en los siguientes aspectos:
a. Sólo se cultivan con éxito unas pocas especies de algas marinas; sus zonas de cultivo son muy limitadas, tanto desde el punto de vista geográfico como por lo que respecta a la superficie total.
b. Se han obtenido variedades genéticamente mejoradas de unas pocas especies, pero de hecho no se han utilizado para el cultivo. No está claro qué variedades se utilizan realmente en la industria.
c. La tecnología de las semillas de algas marinas cultivadas presenta todavía muchos problemas durante su fase juvenil, lo que influye enormemente en el resultado de cada campaña. Es necesario mejorar este aspecto para que el volumen de la cosecha sea más constante de un año a otro.
d. El cultivo de algas marinas en gran escala no está todavía bien desarrollado; muchas técnicas de cultivo no se aplican de forma adecuada por falta de un conocimiento científico suficiente del proceso.
Algunos de estos problemas están siendo abordados en instituciones de investigación de China.
Una propuesta china muy interesante es que el cultivo de algas marinas se utilice como medio para resolver los problemas que está planteando la eutrofización de las aguas, especialmente como resultado de la acuicultura marina en Asia. La maricultura extensiva de peines y otros mariscos produce grandes cantidades de nitrógeno, fósforo y dióxido de carbono; los peces y los mariscos liberan estas mismas sustancias a través de los excrementos y la respiración. La sobrealimentación de los camarones criados en estanques y de los peces criados en jaulas produce grandes cantidades de sedimentos ricos en nutrientes en el entorno que los rodea. Las plantas marinas autotróficas como las algas marinas se alimentan absorbiendo nitrógeno y fósforo del agua, y también dióxido de carbono para su fotosíntesis. Por consiguiente, el cultivo de algas y animales marinos son ecológicamente complementarios. El cultivo en gran escala de Laminaria japonica en el norte de China ha contribuido a contrarrestar los efectos negativos del cultivo de peines. China está buscando otros cultivos que ofrezcan perspectivas alentadoras para el sur de China y considera que las especies de Gracilaria y Porphyra podrían servir para ese fin. Ambas especies, como Laminaria en el norte, tendrían aplicaciones comerciales: Gracilaria como fuente de agar y como pienso para orejas de mar y Porphyra como alimento humano.El apoyo de la FAO a este tipo de cultivo de algas marinas en China podría tener beneficios indirectos para otros países donde existen problemas de eutrofización similares.
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