Se han recibido cuatro propuestas muy interesantes en relación con la Argentina. La primera es desarrollar el cultivo de Gracilaria a partir de esporas. Las plantas argentinas de Gracilaria no son muy largas y no es fácil cultivarlas por métodos vegetativos (como puede hacerse en Chile utilizando Gracilaria chilensis, de mayores dimensiones). Está prohibida la introducción de especies extranjeras, por lo que han de utilizarse especies autóctonas. Un aspecto positivo es que la Gracilaria gracilis autóctona da un agar de buena calidad. Hay ya un productor de agar en la Argentina, establecido desde hace muchos años; la producción de agar está limitada por la materia prima, por lo que el productor podría estar interesado en un programa de cooperación para desarrollar el cultivo a partir de esporas.
La segunda propuesta es la preparación de alimentos para el consumo humano a partir de Porphyra columbina (nori), Monostroma undulatum (nori verde) y Undaria pinnatifida (wakame). Existe un pequeño mercado interno de Porphyra. pero se propone que se amplíe el mercado y que se promuevan también las otras dos especies. Habría que evaluar los mercados actuales y potenciales e identificar un posible elaborador antes de financiar ulteriores mejoras.
La tercera propuesta es producir carragenina de calidad comercial utilizando Gigartina skottsbergii y Sarcothalia crispata de la provincia de Santa Cruz. La recolección submarina de estas especies que viven por debajo de la línea de bajamar es difícil y costosa. En Chile se ha desarrollado algo el cultivo de estas especies. La población recoge el material que se deposita en la playa y lo vende a la fábrica de agar, que también produce carragenina; los beneficios sociales de esta recolección son muy escasos. Habría que evaluar el posible mercado para estas carragenofitas, tanto en la Argentina como para la exportación, antes de financiar estudios sobre cultivo.
La última propuesta es que las grandes praderas de algas marinas del sur de la Argentina sean objeto de una encuesta adecuada para determinar el volumen de las algas naturales que pueden comercializarse y sus tipos. Se dispone de estimaciones anteriores, pero tal vez no se obtuvieron mediante métodos de encuesta fiables.
La segunda propuesta es la preparación de alimentos para el consumo humano a partir de Porphyra columbina (nori), Monostroma undulatum (nori verde) y Undaria pinnatifida (wakame). Existe un pequeño mercado interno de Porphyra. pero se propone que se amplíe el mercado y que se promuevan también las otras dos especies. Habría que evaluar los mercados actuales y potenciales e identificar un posible elaborador antes de financiar ulteriores mejoras.
La tercera propuesta es producir carragenina de calidad comercial utilizando Gigartina skottsbergii y Sarcothalia crispata de la provincia de Santa Cruz. La recolección submarina de estas especies que viven por debajo de la línea de bajamar es difícil y costosa. En Chile se ha desarrollado algo el cultivo de estas especies. La población recoge el material que se deposita en la playa y lo vende a la fábrica de agar, que también produce carragenina; los beneficios sociales de esta recolección son muy escasos. Habría que evaluar el posible mercado para estas carragenofitas, tanto en la Argentina como para la exportación, antes de financiar estudios sobre cultivo.
La última propuesta es que las grandes praderas de algas marinas del sur de la Argentina sean objeto de una encuesta adecuada para determinar el volumen de las algas naturales que pueden comercializarse y sus tipos. Se dispone de estimaciones anteriores, pero tal vez no se obtuvieron mediante métodos de encuesta fiables.
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