sábado, 21 de abril de 2007

LA CHLORELLA NO ES TOXICA

Muchas sociedades han utilizado plantas marinas y de agua fresca como parte de su alimentación y para aprovechar sus propiedades medicinales. En China, Korea y Japón se ha hecho uso de ellas desde 3000 años A. C. (1.000 años antes de la Era de Piscis). Pitágoras se refirió a varias especies comestibles en su tesis acerca de la alimentación. También han sido consideradas como parte regular del régimen alimentarlo de los Aztecas, vikingos, irlandeses, escoceses, maoríes y muchos otros isleños del Pacífico Sur. (Era alimento de los Sacerdotes del Imperio Maya junto con variedades de Maíz tierno. Los Inkas la comían además con alguna de las 300 variedades de Quinua o de las 250 variedades de papa que cultivaban y que les fue prohibido consumir ni cultivar mucho menos, baja pena de muerte, por los invasores de la Santa Inquisición!).La comisión seleccionada por la Administración Federal de Medicamentos para revisar el status de las algas, declaró que las algas marinas han servido como alimento en el Lejano Oriente durante siglos, integrando hasta un 25% de la dieta cotidiana del pueblo.El Centro de Investigaciones de Huntington estudió la Chlorella verde y amarilla para descubrir si producía algún efecto tóxico. Los animales de laboratorio recibieron cantidades variables como alimento y, aunque nunca se llegó a una dosis tóxica. En otras palabras, no se descubrió ningún grado de toxicidad en la Chlorella, ni siquiera en las mayores dosis experimentadas.Un grupo de voluntarios se sometió a un régimen de comida en el cual la única fuente de proteína durante tres semanas fue la Chlorella, sin experimentar ningún efecto adverso.El envase de la Chlorella generalmente indica el modo de usar este producto. Por lo común, la dosis recomendada --como complemento alimenticio- es de una a cinco tabletas (o su equivalente granulado o en polvo) tres veces por día con las comidas. 5 gramos mínimo al díaPara efectos de desintoxicación las tabletas o gránulos deben tomarse con el estómago vacío.En términos generales hay que contar de tres a cuatro semanas para que la Chlorella produzca los resultados deseados. Tanto la constipación como los olores desagradables del aliento y del cuerpo suelen mostrar una mejoría considerable después de siete a diez días de uso.

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