sábado, 21 de abril de 2007

VISITA A LOS PANTANOS DE VILLA...sábado 14/04/07




PANTANOS DE VILLA

En general, los pantanos y humedales son habitats con gran valor ecológico. Atraen a las aves migratorias las que los utilizan como zona de descanso en ruta.
Pantanos de Villa


Los Pantanos de Villa quedan a 20 minutos al sur de Lima en el distrito de Chorrillos. El área protegida tiene una extensión de 263 hectáreas en las que se pueden ver más de 150 especies de aves, la mitad de las especies de aves del departamento de Lima.








Las especies migratorias suman más de 70, entre las cuales destacan: el Zambullidor Grande (Podiceps major), el Zambullidor Picogrueso (Podilymbus podiceps), la Garza Grande (Ardea alba), el Huaco Común (Nycticorax nycticorax), el Pato Colorado (Anas cyanoptera), el Pato Gargantillo (Anas bahamensis), el Aguila Pescadora (Pandion haliaetus), la Polla de Agua (Gallinula chloropus), la Gallareta (Fulica americana), el Playero Patiamarillas Mayor (Tringa melanoleuca) y el Chorlo Gritón (Charadrius vociferus).
En las primeras visitas a los Pantanos de Villa es probable que veamos cada vez especies nuevas (ver
lista completa de especies, rankeada por frecuencia de avistamiento), sobretodo entre los meses de Setiembre a Marzo durante los cuales llegan las especies migratorias escapando del invierno del hemisferio norte.
Los pantanos de Villa han sido reconocidos por la Convención Relativa a los Humedales de Importancia Internacional (RAMSAR) como sitio prioritario. La zona protegida tiene un área de casi 400 hectáreas y es la única área protegida dentro del casco urbano de Lima. Las aguas del pantano son parte del sistema hídrico del río Rimac.
La Zona Reservada de los Pantanos de Villa se estableció el 29 de mayo de 1989 mediante Resolución Ministerial Nº 00144-89-AG/DGFF. A partir del 20 de enero de 1997 la Convención RAMSAR reconoce esta zona como Humedal de Importancia Internacional para Aves Acuáticas.





Los Pantanos de Villa se encuentran integrados al sistema hidrológico del río Rímac, cuyas aguas subterráneas afloran en una depresión natural.
La flora está representada por 67 especies de plantas y por asociaciones ca- racterísticas: gramadal en suelos arenosos, cuya especie predominante es la grama salada (Distichlis spicata); totoral en áreas inundadas y bordes de los espejos de agua, siendo la especie predominante la totora (Typha dominguensis); zona arbustiva, que se caracteriza por la apariencia de un matorral denso; y vega de ciperáceas en suelos saturados caracterizada por la presencia de Scirpus americanus y Paspalum vaginatum.
En la cadena alimenticia del ecosistema de los Pantanos de Villa los peces constituyen un eslabón importante, pues constituyen el principal sustento alimenticio de la avifauna. Como se sabe este humedal está compuesto por ambientes acuáticos lóticos y lénticos, en ellos se reportan 14 especies de peces, reunidas en 12 géneros y 7 familias; su distribución está influenciada por factores de salinidad, vegetación ribereña y el aporte del manantial, los hábitos alimenticios de la ictiofauna pasan por omnívoros, herbívoros y carnívoros con tendencia insectívora.

Laguna de Marvilla (Pantanos de Villa)



Entre los principales objetivos de la Zona Reservada de los Pantanos de Villa se encuentra la protección de la avifauna migratoria y residente de un ecosistema acuático; la preservación de importantes asociaciones de flora silvestre propias de los ecosistemas acuáticos del litoral; y la defensa y cuidado del paisaje para incentivar las actividades educativas y turísticas.

Humedales de Puerto Viejo


Una zona más pequeña y menos conocida que los Pantanos de Villa en el km 70 de la Panamericana sur, pero que tiene mucho atractivo ya que desde el carro en la carretera antigua se pueden ver muchas especies, algunas que no se ven en los Pantanos de Villa muy fácilmente.
Lamentablemente la zona podría estar siendo drenada para desarrollos inmobiliarios o para obtener agua para fines industriales.

Humedales de Puerto Viejo




ALGAS

PRESENTACION

Las algas constituyen la producción primaria en la cadena alimentaria acuática. En el medio marino, las algas sostienen la producción de unos cien millones de toneladas al año de pesquerías marinas y de una parte importante de la producción acuícola (macroalgas marinas, moluscos, cría de larvas, etc.), asegurando un suministro estable de alimentos para el consumo humano. Diariamente se utiliza además un amplio rango de sustancias de alto valor derivadas de las algas marinas, como los ficocoloides y los pigmentos. Según las predicciones de FAO la producción de algas experimentará un crecimiento global rápido y sostenido durante las próximas décadas.

En la cuenca Mediterránea, el cultivo de algas se limita a la producción de microalgas en criaderos de peces y de moluscos, y a un número reducido de pequeñas explotaciones de macroalgas marinas. Sin embargo, los recursos naturales necesarios para el cultivo comercial de algas (diversidad de algas, agua limpia, luz solar, costas poco explotadas) son abundantes, en particular a lo largo del litoral del sur del Mediterráneo. Todas estas ventajas, junto con la disponibilidad de tecnologías modernas y la proximidad de los mercados europeos, fomentan el desarrollo del cultivo sostenible de algas para una variedad de productos finales rentables.

¿Que son las Algas?

Plantas simples, clorofílicas pertenecientes a la división de las talofitas. La clasificación de las algas se basa en sus diferentes características, tales como la naturaleza de las células móviles (flagelos), composición química de las reservas nutritivas acumuladas y pigmentos que poseen. Las clases en que se distribuyen son: cianofíceas (algas azules), euglenofíceas, clorofíceas (algas verdes), crisofíceas, pirrofíceas, feofíceas (algas pardas) y rodofíceas (algas rojas). Pueden vivir en agua dulce o salada, libres o fijadas a superficies sumergidas, en suelos húmedos, paredes, troncos, nieve y fuentes termales. También pueden ser epífitas o simbiontes e incluso parásitas.

Estructura:

Es muy variada; las hay unicelulares, pluricelulares, móviles, inmóviles, etc.; suelen ser de tamaño microscópico y de contorno distinto, y viven agrupadas en colonias o cenobios, filamentosos, esféricos o planos. Las unicelulares y otras de mayor tamaño que flotan libremente constituyen una parte importante del plancton. Las pluricelulares son de tamaño variable y con las células ordenadas de un extremo a otro formando filamentos continuos o ramificados, como un tejido, parecido al parénquima de las plantas superiores. Su tamaño varía desde longitudes microscópicas a las que miden cientos de metros. En las algas se observa mayor diversidad de estructuras que en cualquier otro grupo de plantas. En varios grupos son notables los tipos filamentosos y membranosos. Las algas verdes, pardas y rojas presentan todos los ejemplos de filamentos entrelazados para formar plantas masivas de forma específica. Estos grupos poseen formas de crecimiento organizado, productoras de tejidos especializados menos complejos que los de las plantas vasculares y organizados de diferente modo. Sus células contienen fundamentalmente celulosa y gelatinas pépticas; sólo las especies móviles más simples carecen de paredes definidas. Muchas de ellas, como los litotamnios, acumulan carbonato cálcico en sus tejidos. Las algas presentan una diferencia relativamente pequeña en sus tejidos y carecen de tejido leñoso, de floema y de otros tejidos característicos de las plantas superiores. Carecen de verdaderos tallos, raíces y hojas. Se reproducen asexualmente (las unicelulares, por división o constricción, y las pluricelulares por esporas inmóviles o zoosporas móviles) y también sexualmente, por medio de gametangios en los que se producen células sexuales.



Las masas densas y enmarañadas de algas marinas forman el medio ideal para muchos animales como moluscos, crustáceos, peces, gusanos y pólipos, que encuentran refugio y protección. Constituyen los primeros eslabones en la cadena alimentaria del mar ya que sirven de alimento a pequeños animales. Son los únicos organismos capaces de extraer el alimento del agua, del anhídrido carbónico y de los minerales que absorben. El noventa por ciento del anhídrido carbónico que es absorbido por las plantas del planeta en su función clorofílica, es transformado por algas. Su cantidad es fabulosa: más de 500.000.000 toneladas diarias.

Aplicaciones de las microalgas:



Las microalgas fueron los primeros organismos con capacidad de fotosíntesis y uno de los principales agentes en la creación de la actual atmósfera terrestre. Estos organismos son claves en el equilibrio planetario, ya que la dinámica del dióxido de carbono en la Tierra está, en gran medida, determinada por ellos y, además, constituyen la base de las cadenas tróficas que permiten la vida en los océanos. A pesar de su gran importancia para nuestro Planeta, la explotación de estos organismos por el hombre no ha ido más allá de contados casos a lo largo de la historia. Desde hace ocho años, el Instituto Tecnológico de Canarias (ITC) ha venido desarrollando una importante labor de investigación en el campo de la producción y explotación de microalgas, a través de su departamento de Biotecnología. Héctor Mendoza Guzmán, investigador de dicho Departamento, explica que "en teoría, las microalgas habrían de ser una extraordinaria fuente de alimentos, capaz de competir en mejores condiciones con la agricultura tradicional, ya que la producción de microalgas no requiere agua de calidad, ni suelo fértil". En la década de los cincuenta fueron consideradas como una fuente alternativa de proteínas de incuestionable valor, capaz de reemplazar o complementar a los cultivos tradicionales. Sin embargo, la producción de microalgas encuentra enormes dificultades para su expansión, ya que los sistemas de producción requieren grandes inversiones y ofrecen una gran inestabilidad. Estos factores son los que han limitado su expansión como una actividad productiva. En la actualidad, se restringe a unas pocas especies en unos pocos países, como EE.UU., Australia e Israel. "El cultivo de microalgas para consumo humano es aún una actividad joven e incipiente, su desarrollo efectivo apenas cuenta con unos 50 años", comenta Mendoza y afirma que esta actividad "es extremadamente innovadora y experimenta una fuerte expansión, a la vez que progresan las biotecnologías y aumenta la demanda de nuevos productos y fuentes alternativas de alimentos y sustancias bioactivas". Las aplicaciones productivas y comerciales de las microalgas son tan diversas como numerosas son las especies que integran este grupo de organismos. Sus usos van desde la producción de alimentos para consumo humano hasta la producción de hidrógeno con aplicaciones energéticas. "Son organismos apenas explorados, que en la actualidad son objeto de intensas investigaciones para la búsqueda de nuevas sustancias bioactivas susceptibles de ser utilizadas en medicina o de nuevos usos productivos como la biorremediación ambiental o la elaboración de biocombustibles", afirma Héctor Mendoza.
En colaboración con otras instituciones locales e internacionales, el Instituto Tecnológico de Canarias ha desarrollado una intensa labor de investigación en el campo de la biotecnología de las microalgas, abarcando diversas líneas de trabajo. Entre os estudios realizados por el ITC, cabe destacar el diseño y desarrollo e técnicas de cultivo a gran escala para la producción de microalgas destinadas a consumo en alimentación humana y para la elaboración de piensos animales, así como la elaboración de dietas para acuicultura, ya que estos microorganismos son esenciales en las primeras fases de desarrollo de la mayoría de especies que se crían con esta técnica. Asimismo, el Departamento de Biotecnología de esta institución lleva a cabo estudios de viabilidad técnica para la producción de sustancias bioactivas a partir de microalgas, con especial atención a la obtención de bioantioxidantes naturales, que pueden ser aplicados en la elaboración de alimentos funcionales. En este sentido, el investigador de ITC indica que "los antioxidantes naturales han sido relacionados en numerosos estudios con la prevención de ciertos tipos de cáncer humano". Este departamento ha dedicado también sus esfuerzos a la producción de pigmentos naturales de uso alimentario a partir de microalgas. Según Mendoza, "ésta es una de las actividades que más desarrollo ha experimentado en los últimos años en la explotación de las microalgas", hasta el punto de considerar, hoy en día, a estos organismos como la principal fuente natural de ciertos pigmentos altamente demandados en el mercado internacional, como el b-caroteno o la astaxantina. Otra utilidad de gran importancia es la depuración de aguas residuales y gases de combustión a partir de cultivos intensivos de microalgas. Una de las primeras aplicaciones en desarrollarse fue su empleo en el tratamiento terciario de las aguas residuales urbanas. Las microalgas constituye, además, un óptimo agente para la fijación de CO2 atmosférico, lo que podría contribuir a la reducción de las emisiones de este gas, principal responsable del efecto invernadero. "La biomasa obtenida de los cultivos de microalgas puede ser utilizada en la elaboración de biocombustibles, ya que constituyen una fuente aún no suficientemente explotada de energias limpias", señala Mendoza. (Canarias innova abril 2003)

Utilidad de las algas:


Los usos de las algas son muy diversos: agrícolas, industriales, terapéuticos, y, principalmente, alimenticios. En el norte de Europa se recolectan muchas especies para utilizarlas como abonos y para extraer los productos minerales que contienen. Algunos tipos (goomen) se utilizan en la confección de colchones, y también en preparados industriales, culinarios, cosméticos o farmacéuticos. Las propiedades que poseen ciertas algas de aumentar el volumen en el agua se ha utilizado en cirugía. En Japón forman parte de algunos platos (kanten). Algunas algas (agar-agar) intervienen en la preparación de sustancias gelatinosas utilizadas para el cultivo de bacterias y hongos, como agentes gelificantes para postres y confituras, como ingredientes en cosmética, dentífricos, etc. De algas marinas se extrae yodo y la combustión de algas origina cenizas ricas en minerales para fertilizar los suelos.

Microalgas y ácidos grasos:


En los últimos años ha merecido especial atención en nutrición humana y, por tanto, en salud, las grasas y los aceites. Lo cierto es que son numerosos los estudios que demuestran la estrecha relación entre diversas enfermedades y el desequilibrio o la carencia en la dieta de determinadas grasas, especialmente de los denominados ácidos grasos poli-insaturados de cadena larga. Los ácidos grasos son compuestos orgánicos de carbono, hidrógeno y oxígeno, que sirven al organismo como fuente de energía, y como precursores de la síntesis de grasas, ceras y otras moléculas. Hablamos de ácidos grasos poli-insaturados de cadena larga cuando éstos están formados por cadenas de más de 18 átomos de carbono y dos o más dobles enlaces. La carencia o desequilibrio dietético en estos compuestos provoca daños importantes en el desarrollo de neurológico y de la retina, enfermedades cardiovasculares, artritis y otros problemas inflamatorios, además de cáncer. Los ácidos grasos poli-insaturados más importantes en nutrición son los ácidos linoleico y ¥-linoleico, y sus derivados, los ácidos araquidónico (AA), eicosapentaenoico (EPA) y docohexadecanoico (DHA). Los dos primeros son considerados esenciales, porque además de ser precursores de AA, EPA y DHA, son sintetizados exclusivamente por los vegetales. Las células animales, incapaces de producirlos, los incorporan a través de la dieta. Los desequilibrios en la composición de ácidos grasos en la dieta es algo frecuente y peligroso en los países ricos, debido al aumento en el consumo de carne y grasas animales y a la reducción de vegetales de hoja verde y pescado, ricos en ácidos grasos poli-insaturados. En los países empobrecidos el problema es sencillamente la escasez de alimentos (cerca de 800 millones de personas en el mundo padecen desnutrición según Naciones Unidas). Lo curioso es que el desequilibrio de la dieta occidental es expresión de otros desequilibrios planetarios, el coste energético y medioambiental de una dieta basada en carne y grasas animales es desorbitado comparado con el de una dieta equilibrada con un mayor contenido en vegetales. Las demandas alimenticias de la creciente población mundial son muy altas, y esto plantea serios problemas. Es necesario, por lo tanto, buscar fuentes alternativas de alimentos. En este sentido, la producción de ácidos grasos poli-insaturados a partir de microalgas presenta grandes ventajas frente a otras fuentes: permite alcanzar niveles de producción elevados en condiciones altamente controladas y con un bajo riesgo de contaminación; es una actividad de una baja demanda de energía que no requiere suelo fértil ni agua de calidad, no compite, por tanto, con otras actividades agrarias. En la actualidad ciertas microalgas son la base de una floreciente industria biotecnológica. Crypthecodinium cohnii, un dinoflagelado marino heterotrófico, es uno de los principales productores del ácido w-3 DHA (uno de los ácidos grasos poli-insaturados más importantes y demandados), a partir de cepas seleccionadas de esta microalga, la empresa norteamericana Martek Biosciences Corporation ha conseguido un aceite rico en DHA de gran calidad con el que suplementar leches maternizadas. Una de las dificultades asociadas a la producción de ácidos grasos poli-insaturados de cadena larga a partir del cultivo de microalgas es la localización e identificación de las especies adecuadas. Se conocen más de 40.000 especies de microalgas, de las cuales sólo se han explorado los usos potenciales de apenas unas decenas, no más de 10 son explotadas comercialmente a gran escala. Los trabajos de screening de nuevas especies son lentos, complejos y costosos, especialmente para la localización de nuevas especies ricas en ácidos grasos. En la actualidad, en el Departamento de Biotecnología del ITC y en colaboración con la ULPGC se trabaja activamente en el desarrollo de una nueva técnica que permita simplificar los trabajos de screening. Esta se basa en las técnicas de citometría de flujo. El análisis celular por citometría de flujo es una herramienta que realiza medidas rápidas y simultáneas de propiedades relacionadas con la morfología celular, el estado fisiológico y la composición de un gran número de células mientras son desplazadas a lo largo de un flujo laminar que pasa a través de un haz de luz, generalmente un láser de argón. Cada vez que el láser incide sobre una partícula, se produce cierta dispersión de luz y emisión de fluorescencia. Estas señales son enviadas a una serie de detectores fotomultiplicadores que las amplifican y miden, y el resultado final es un conjunto de histogramas y diagramas de dispersión que nos muestran las señales eléctricas producidas por cada célula. Los resultados hasta el momento son prometedores, demostrando la posibilidad de desarrollar un método rápido para la estimación de los contenidos en ácidos grasos poli-insaturados de cadena larga en microalgas, susceptible de ser utilzado en la selección y aislamiento de nuevas cepas ricas en estos compuestos. Estos trabajos, cuyos resultados han sido expuestos en la Novena Conferencia Internacional de Algología Aplicada, se han efectuado en el marco del proyecto PRODEM, cofinanciado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología, en las instalaciones del ITC en Pozo Izquierdo, Gran Canaria, que tiene por objetivo la producción de ácidos grasos poli-insaturados de cadena larga para consumo humano a partir de cultivos intensivos de microalgas marinas. (Adelina de Jara y Héctor Mendoza)

Las algas son talófitos (organismos que carecen de raíz, tallo, hojas); tienen clorofila a junto a otros pigmentos acompañantes y carecen de estructuras estériles rodeando a las células reproductoras. Traducido a un lenguaje común, poseen la clorofila presente en todos los seres vivos que fotosintetizan. Hoy las algas son divididas en dos reinos, las algas azul-verdes (Reino Monera) y el resto ellas se ubican en el Reino Protista aunque algunas adquieran gran desarrollo, en cuanto a sus formas y estructuras (algas marinas rojas y pardas).
Las algas actúan en el medio en que viven, modificando las propiedades físico químicas del mismo. De ellas depende en gran medida la transparencia o grado de turbidez y el color de las aguas. Su multiplicación exagerada modifica las propiedades tecnológicas del agua e impide muchas veces su uso.
Las algas son habitantes de todos los ambientes, no solo en cuerpos de agua estables sino también en aquellos expuestos a la desecación: sobre rocas desnudas, fuentes termales (en donde soportan altas temperaturas), nieves, glaciares. Es común encontrarlas en lugares con poca luz, a grandes profundidades. Esta capacidad está condicionada por la falta de exigencias y su capacidad de adaptación. Para poder subsistir necesitan una mínima concentración de nutrientes, una débil intensidad luminosa y temperaturas bajas. Cuando se forma una nuevo hábitat las primeras especies que colonizan son algas.
Si bien las algas son organismos poco exigentes y capaces de adaptarse, cada especie tiene requerimientos propios y crecen en biótopos bien determinados , y si en ellos las condiciones se modifican, mueren o desaparecen. Por sus tipos morfológicos tienden a integrar, en algunos casos, comunidades bien definidas. Las formas microscópicas unicelulares o diminutas en suspensión en el agua componen el fitoplancton. Mientras que el bentos es un conjunto de organismos que viven en y sobre el fondo, las algas bentónicas, normalmente son formas unicelulares macroscópicas. El perifiton está compuesto por organismos unicelulares o multicelulares simples, adheridos a un sustrato, vivo o inanimado, por medio de secreciones o estructuras especializadas.
Las algas son responsables de diferentes fenómenos, dependiendo esto del tipo de alga y el medio ambiente en el cual se desarrollan. Actualmente se presta cada vez más atención a las algas que generan sustancias tóxicas que causan la muerte de muchos animales salvajes y domésticos. Sin embargo, hay pocos informes relativos a algas tóxicas para el hombre, aunque en ocasiones, se sospecha de algunas que hayan sido causa de ciertos brotes de afecciones gastrointestinales observados entre usuarios del mismo aprovisionamiento de agua.
La definición usada por los científicos respecto de las algas no nos habla de la importancia que tienen las mismas para la población mundial desde diversos puntos de vista. Uno de los más importante, es que se refiere al tema alimentación. En un momento en que gran parte de la población mundial, sobre todo en países subdesarrollados y en vías de desarrollo, carece de fuentes suficientes de proteínas en la alimentación, es importante mencionar que las "algas", poseen un alto contenido de ellas.
Al referirnos a la alimentación humana debemos recordar que existen dos tipos de algas, las macroscópicas y las microscópicas. Las primeras pueden ingerirse directamente y la mayor parte de ellas son marinas; las segundas, de aguas continentales, se consumen a partir de cultivos masivos algales, de diversos tipos. Un gran número de algas marinas se utilizan como alimento desde tiempos remotos. La bibliografía señala que se consumían algas en China desde 800 años antes de nuestra era, citan el valor nutritivo y las propiedades curativas de algunas de ellas. En la actualidad, son varios los países del sudoeste asiático en los que se conserva este hábito (Japón, Filipinas, Australia, Hawai, etc.) En Occidente las algas han sido menos aceptadas y son consumidas en determinados países por la población de escasos recursos, tal es el caso de Chile y Perú. En nuestro país el consumo de algas está limitado a un reducido grupo de personas. Se utiliza Porphyra (alga roja) en ensalada, tortillas, sobre todo en la Patagonia donde hay una población elevada de residentes chilenos.
En época de los aztecas el lago Texcoco estuvo cubierto por Spirulina (alga azul-verde ) , cuyas "tortas" se utilizaban para alimentación, ocurriendo algo similar a lo que hoy se observa en poblaciones africanas cercanas al lago Chad. Allí se consumen desde tiempos remotos algas entre las que se encuentra Spirulina máxima, formando "floraciones" de color verde azulado, que los nativos recogen y secan al sol, obteniendo tortas que denominan "diche"o "die", base de su alimentación y fuente de proteínas.
Respecto a la composición química de Spirulina , tiene un 63-68 % de proteínas y bajos contenidos en grasas, minerales y fibra cruda. Contiene todos los aminoácidos esenciales. Es también rica en vitaminas B 1 ,B 2, , B 5, B 12, biotina, ácido pantoténico, y provitamina A. Los estudios realizados indican que posee un elevado valor biológico y una digestibilidad excelente. Es un excelente suplemento en dietas por su bajo valor calórico.
Un alga común de los salares Duaniella , presenta un alto contenido en provitamina A, siendo utilizada en Israel y Australia para producción de beta caroteno.

CLASIFICACION DE LAS ALGAS : Algas azul-verdes ( Div. Cyanophyta- Cyanobacteria- Cyanoprocariota)


Son las algas azules, coloración debida a la presencia de pigmentos accesorios como son las ficobilinas ( ficocianina, ficoeritrina), que acompañana a la clorofila a. La sustancia de reserva presente es el glicógeno y existen, además, cianoficina y lípidos. Este grupo de algas ubicadas dentro del Reino Monera constituyen los primeros pobladores del Plantea Tierra.
Son algas ubicuas que se pueden encontrar en diferentes medios, ofrecen condiciones de vida bien diferenciadas. Son poco estrictas en factores tales como temperatura, Ph, salinidad. Estas especies viven tanto en la nieve, en glaciares como en aguas termales ( 70-80ºC), caracterizadas por altos tenores de azufre.


Determinadas especies de estas algas son responsables de "proliferaciones masivas" o "floraciones", las cuales pueden conferir toxicidad a las aguas.
Otras "floraciones" otorgan coloración a las aguas como la de Oscillatoria rubescens que forma una capa rojo sangre en lagos de montaña, debido a la ficoeritrina dominante. En el medio marino, Trichodesmium, da un tinte rojo a grandes zonas oceánico debido a la proliferación de sus filamentes, tal es el caso en el Mar Rojo.


En la actualidad son junto con las Chlorophyta las algas que ocupan los suelos removidos o quemados, reduciendo el peligro de erosión. En el resto de los suelos, las películas de estas algas (sus mucílagos), además de ligar partículas, retienen la humedad, sin interferir en el drenaje de las aguas. Esto les confiere el apodo de "formadoras de suelos".
El desarrollo de las Cyanophyta elevan la cantidad de sustancias nitrogenadas en el suelo. Por ejemplo, Nostoc commune aumenta entre un 30 y un 40% el contenido nitrogenado en suelos alcalinos, según se observó en el norte de India.

Hydrodyctium sp

Las algas rojas presentan un color rojo más o menos neto debido a la presencia en su plasto de r-ficoeritrina siempre asociada a una pequeña cantidad de r -ficocianina. El pigmento rojo enmascara a las clorofilas a y d siempre presentes. Su sustancia de reserva es el rodamilon o almidón florídeo.
Son comunes en mares cálidos y solo pocas especies se encuentran en agua dulce ( ej. Compsopogon que se encuentra presente en aguas dulces de zonas tropicales y Batrachospermum). Sus tamaños varían desde formar macroscópicas a microscópicas, generalmente adheridas a sustratos. Son comunes en mares tropicales pudiendo llegar hasta grandes profundidades (200 metros).


Halymenia sp


La celulosa está presente en la composición de la pared celular, la cual presenta, en su cara interna, carbohicdratos mucilaginosos de los cuales se extrae el agar. Hay especies que presentan calcio en sus paredes externas, tal es el caso de las algas coralinas formadoras de arrecifes de coral. Los arrecifes de coral se forman en mares tropicales, con temperaturas superiores a los 18ºC. Su desarrollo óptimo se da cuando la media anual asciende a 23-25ºC. Crecen continuamente y no están formados solo por corales sino también por algas rojas calcáreas, las cuales tienen tanta importancia en el desarrollo de los arrecifes como los corales. Al depender, en parte, el desarrollo del arrecife del proceso fotosintético de las algas rojas, se desarrollan en aguas poco profundas. Del lado expuesto a la acción directa del mar crecen en una franja algas rojas como Lithothamnion y Corallina estando sometidas a la Halymenia acción de las olas. En el lado opuesto crece en gran medida Corallina .



Ciertas algas rojas también representan una importante fuente de alimentos entre los pueblos orientales. Asimismo, de algunas de ellas (gelidiaceas y gracilariaceas), se obtiene el agar-agar, que si se extrae del primer grupo de algas es de gran dureza y, si es producido por las segundas, posee gran elasticidad. El agar es muy empleado en los laboratorios pues, luego de adicionarle soluciones nutritivas, el sustrato se solidifica permitiendo efectuar cultivo de microorganismos. También se utiliza en la alimentación no como producto nutritivo sino como espesante y estabilizador de cremas glaceadas, mayonesas, etc.
Este producto se utiliza ademas, en la impermeabilización de papel, encolado de papel y cartón, para clarificar líquidos en la industria fotográfica, reemplazando, en parte a la gelatina.
Las algas rojas del grupo de las gigartinas producen el carragenano, que es el tercero en importancia entre los ficocoloides derivados de las algas, además de ciertos agaroides.
Los carragenanos se utilizan en la composición de ciertos medicamentos y en la fabricación de cosméticos.

Algas verdes (Div. Chlorophyta)


Las algas verdes poseen color verde pasto característico, conferido por las clorofilas a y b acompañadas por pigmentos accesorios, reservan almidón. Ocupan los hábitat más variados aguas dulces o salobres y tambén en las de aguas marinas. Asimismo las hay subaéres, como es el caso de Trentepholia aurea, que crece sobre rocas, muros viejos, corteza de árboles coloreándolos de naranja debido a la presencia de carotenoides que enmascaran a la clorofila.
Comprende un grupo variado de algas con tipos de organizaciones del talo que varían desde unicelulares flageladas o no, agregados celulares (Hydrodictium), filamentosos de diversos tipos (formando generalmente masas flotantes como los que se observan en los tanques australianos), láminas, tubos (Enteromorpha). Un grupo de algas verdes (Charales) conduce evolutivamente al grupo de las plantas superiores.


Son algas que no revisten demasiada importancia desde el punto de vista económico, si exceptuamos la producción de carotenoides a partir de Dunaiella salina. En la actualidad se trabaja con algas verdes y azul verdosas para el tratamiento de aguas residuales en la remoción de fosfatos y niktratos. Algas verdes como Enteromorpha sp., son utilizada en producción de alimentos para ganado en la Patagonia.
Hydrodyctium sp División Heterokontophyta

Diatomeas (Clase Bacillariophyceae)


Las diatomeas son organismos muy expandios, presentes en diversos habitats, acuático y terrestre capaz de conservar una cierta humedad. Muchas especies son bénticas y se adhieren a rocas y otros sustratos. Entre las especies planctónicas son muchas las sensibles a los cambios físico-químicos del agua, por lo que se convierten en excelentes indicadoras del medio en que viven. Son ampliamente utilizadas en el monitoreo biológico de ríos, lagos y lagunas así como para la determinación de las características paleoambientales.


La acumulación de sedimentos fósiles (frústulos silíciocs) se conoce como tierra de diatomeas (diatomita, harinas fósiles).
Es utilizada en la fabricación de material plástico, dinamita, filtros de porcelana, d
entífricos y otros, y su empleo en el ámbito industrial aumenta día a día. Es un material que una vez procesado es inerte desde el punto de vista químico. Se utiliza como ayuda en el filtrado, como material de relleno en pinturas, barnices y papeles. Es importante en la refinación del azucar y en la industria de la cerveza. También se agrega en la industria de los vinos como ayuda para el filtrado y con el mismo fin se utiliza en la fabricación de antibióticos.
Son excelentes indicadores biológicos que permiten reconocer el grado de polución, salinidad, pH. También se reconocen como indicadores estratigráficos en exploraciones petroleras, para la reconstrucción de paleoambientes y en la medicina legal.

Algas pardas ( Clase Phaeophceae )

Las algas pardas contienen clorofila a y c, acompañadas por pigmentos accesorios, como sustancia de reserva: laminarina, manitol y a veces aceites. Sus paredes celulares contienen celulosa y gran cantidad de mucilagos, de los cuales se extrae el ácido algínico y alginatos.
La mayoría son marinas de regiones templadas y polares. Domina en las costas, en la zona intertidal. Algunas de ellas como Macrocystis pyrifera , llegan a cubrir extensas áreas, en al costa patagónica argentina, formando los llamados "bosques de macrocistis", cuyos talos pueden alcanzar más de 100 m de longitud. Esta alga "avanzó" sobre el nicho ecológico que ocupaba el alga roja Gracilaria sp. al ser ésta sobreexplotada en la región.


Dyctiota sp.
Sargassum es un alga macroscópica de vida libre, constituye grandes masas de algas flotantes que se acumulan en regiones de aguas
tranquilas, entre los 20-35º de latitud norte frente a las costas africanas constituyendo el Mar de Sargazos. Las algas pardas suelen ser muy grandes y muchas tienen una variedad de tejidos especializados. El talo está diferenciado en un soporte que se adhiere a un sustrato, denominado de "hapterios" o rizoides, un cauloide o "tallito" (en el cual se diferencian "seudotejidos"). El cauloide suele presentarse vesículas con aire "flotadores". No hay formas unicelulares. Las algas pardas son junto con las algas rojas las más utilizadas por el hombre, forman parte de la alimentación de muchos pueblos litorales, quienes las utilizan también como abono en terrenos agrícolas. De ellas se extrae, entre otras, una sustancia llamada algina empleada en la industria cosmetológica en la elaboración de cremas de tocador.
El alga Macrocystis , abundante en nuestro país, es la productora de ácido algínico y con ella, además, se producen harina de algas. La harina de algas es utiliza en la alimentación animal, es fácilmente asimilables por aves y ganado, y contiene en su composción sales de las que carecen otros alimentos. Son indispensables para el buen funcionamiento de las glándulas, permitiendo un equilibrio orgánico perfecto.
El ácido algínico tiene poca importancia en la alimentación, donde solo es empleado como espesante, al igual que en la farmacia (por ejemplo, en la formación de alginato de hierro asimilable, para el tratamiento de las anemias). Tiene importancia en la industria de fabricación de plásticos, "rayón" y en complejos con caucho o goma laca.
La fucoidina, mucílago intercelular, es utlizado como anticuagulante al igual que la laminarina. Las faeoficeas juegan un rol importante en la producción industrial de la potasa, la soda y el yodo los contienen en dosis elevadas.

Dinoflagelados (Div. Pyrrophyta)



El color rojo de las aguas que tiñó el Río Nilo (Libro del Éxodo) pudo haber sido un crecimiento masivo de dinoflagelados ( hemotalasia ). El plancton abundante le confiere un color particular al agua; este aumento de la biomasa fitoplanctónica produce una "floración" o "crecimiento masivo de algas ". El estudio revela que la mayor parte de los individuos pertenecen a la misma especie.
Hay un gran número de especies que producen toxinas que ejercen su acción sobre diversos animales marinos, en especial peces, produciendo alta mortalidad. Las dinofitas son reesponsables de floraciones espectaculares, la mayor parte de ellas, sin consecuencias fatales. Algunas de ellas no producen crecimientos pero son nocivas en pequeñas concentraciones, como Dinophys que contiene toxinas diarreicas. El género Alexandriu s produce toxinas paralizantes y es reesponsable del deceso de personas tanto en Chile como en Filipinas. El mismo se concentra en los moluscos y su toxicidad es considerada mayor que la del veneno de la cobra. Los síntomas son neuromusculares. El veneno actúa sobre centros nerviosos y las placas neurobasales. La muerte sobreviene por asfixia. No se conocen remedios específicos, pero la droga anticurare surte cierto efecto. La toxina es una saxitoxina, bastante estable al calor, la coción de los moluscos, generalmente poca, influye poco o nada.
Gambierdiscus produce ictiotoxinas específicas de arrecifes de coral. Pfisteria es particularmente preocupante en Carolina del Norte ya que libera toxinas que provocan síntomas similares a la enfermedad de Alzeimer. Muy a menudo se observan problemas dermatológicos con placas rojas y lesiones abiertas en el cuerpo.




Los quistes fósiles son utilizados como indicadores estratigráficos en la reserva petrolera. Ciertas especies marinas presentan un fenómeno de bioluminiscencia (fosforescencia) como la que se da en Puerto Rico con el género Noctiluca. El rol, quizás el más importante, que juegan las algas a nivel mundial, es el de elaborar sus propios alimentos lo mismo que las plantas con flores. La mayoría son acuáticas ( de aguas continentales y marinas) y considerando que las ¾ partes del planeta están cubiertas por agua, ellas producen el 99% de la fotosíntesis mundial .


Los cultivos de algas tienen un más bajo consumo de agua que los que requieren los cultivares tradicionales. Si uno considera que el agua usada para cultivos algales pueden ser usadas para irrigación, los cultivos algales son más ventajosos. Las algas que constituyen el fitoplancton son sumamente importantes en el momento de eliminar nutrientes en un cuerpo de agua considerándose en la actualidad uno de los métodos más efectivos para el tratamiento de aguas residuales. Una de las características más importantes para ser utilizadas es su velocidad de crecimiento muy alta (hasta 50 t peso seco/ha. año), sin dejar de lado la capacidad de convertir nutrientes marginales en recursos potencialmente valiosos. Además, el fitoplanton se considera una posible fuente de alimentación humana y animal, así como una fuente de producción de biogas.

EL CULTIVO DE LAS ALGAS

LA DEMANDA de algas, ya sea para el consumo humano o para la elaboración de diferentes productos industriales, como algunos medicamentos, cosméticos, pinturas, productos textiles, etc., se ha intensificado en los últimos años, llegando la producción mundial en 1985 a 3 583 000 toneladas.
Las algas han sido utilizadas como alimento desde tiempo inmemorial en los países orientales como Japón y en algunos países americanos como México; es probable que las tradiciones y gustos mantengan este consumo y posiblemente puedan sustituir a algunas hortalizas como la lechuga y el apio, por su contenido nutricional y porque sus precios pueden ser más bajos. Su principal valor nutritivo radica en las vitaminas y minerales que contienen, entre las que se encuentran la A, la B2 y la B12, además de hierro y yodo.

Por ejemplo, el alga japonesa nori, que pertenece al género Porphyra, contiene una elevada cantidad de proteínas, vitaminas y minerales, principalmente yodo, y las tres cuartas partes de sus hidratos de carbono son digeribles por el hombre; el wakame del género Undinaria y el kombu, del Laminaria, contienen cantidades importantes de proteínas.

En los últimos tiempos se han realizado muchas investigaciones sobre las posibilidades de obtener proteínas de algas unicelulares, en especial, las algas verdeazueles y las algas verdes, que son vegetales microscópicos cuyo cuerpo está formado por una célula como la especie Spirulina maxima, que es un alga verde, las cuales contienen hasta un 50% de su peso formado por proteínas.

Sin embargo, muchas algas son difíciles de digerir, por lo que son consumidas como suplemento alimenticio, mezclándolas con harinas, y también sometiéndolas primero a digestiones artificiales, aunque esto las encarece y hace que puedan llegar a ser antieconómicas.

Algunas algas son utilizadas como suplementos de los piensos destinados a alimentar animales, como la del género Ascophyllum, que en el norte de Europa y en Norteamérica se usa para complementar el alimento de cerdos y vacas.

También las algas se pueden emplear para abonar los terrenos de cultivo, preparando con ellas fertilizantes líquidos de gran utilidad; asimismo se utilizan en la industria química. Sin embargo, el principal aprovechamiento de estos vegetales se tiene en la preparación de productos farmacéuticos, como la de anticoagulantes o de medicinas que sirven para expulsar parásitos intestinales. También se ha comprobado la actividad antibacteriológica de algunas algas. Se emplean mucho en bacteriología para preparar medios de cultivo con el agar-agar que se obtiene de ellas.

La creciente demanda de algas ha estimulado que los científicos y técnicos hayan iniciado los programas para cultivarlas, especialmente de aquellas que se utilizan para el consumo humano. En algunos países como Japón y China, el cultivo de las algas representa una industria que se encuentra en expansión y en otras partes del mundo se está trabajando intensamente para lograr cultivarlas tanto con fines alimenticios como industriales.

El cultivo no sólo está resolviendo el problema de la sobre explotación que algunas poblaciones naturales de algas han sufrido, sino que facilita su colecta, además de utilizar aquellas especies que viven en zonas de difícil acceso; también se reducen los costos de la operación y se asegura que la materia prima que la industria requiere se tenga de manera uniforme.

La mayoría de las especies de algas producen gran cantidad de elementos reproductores, llamados esporas, y pueden incrementarse notablemente si se mejoran las condiciones del medio donde se están cultivando.

Los cultivos deben localizarse en áreas protegidas, con características fisicoquímicas y biológicas adecuadas, según la especie que se trabaje, y que no tengan contaminación; asimismo las algas se tienen que proteger de los depredadores, como algunos peces, erizos de mar, y de parásitos; el manejo de los vegetales jóvenes debe hacerse con gran cuidado; y la recolección tiene que organizarse de manera de sostener la máxima productividad. Además es indispensable conocer la biología del organismo, en especial su reproducción y desarrollo.

Los primeros cultivos de los que se tienen noticias fueron los del alga nori Porphyra, que se iniciaron en Japón, durante el siglo XVII, utilizando ramas de árboles o de bambú para recoger las esporas, colocándolas posteriormente en las áreas de crecimiento. Los investigadores británicos descubrieron en el cultivo de esta alga una fase de su desarrollo a la que llamaron conchocelis, que es capaz de fijarse en las conchas durante el verano y soltarse en el invierno, lo que aprovechan los cultivadores para recogerla en redes colectoras, para llevarlas a las zonas de crecimiento.

El cultivo del nori ha alcanzado el mayor desarrollo en el Japón, donde se considera como la más rentable de las actividades pesqueras, y en los Estados Unidos.

En Japón también se está cultivando el alga parda wakame, perteneciente al género Undinaria, utilizando el sistema de cuerdas y la siembra en praderas. Esta alga libera un gran número de esporas que se recogen en cuerdas de fibra sintética, que se fijan en marcos de madera hasta finales de otoño, cuando las algas alcanzan un milímetro de longitud, se trasladan en balsas flotantes al mar y crecen rápidamente en las aguas frías durante el invierno, llegando a tallas de un metro y produciéndose 10 kilogramos de algas húmedas por cada metro de cuerda de cultivo. En zonas donde crece el alga wakame de manera natural se colocan piedras o bloques de cemento para que se fijen las esporas y el alga se desarrolle.

En Japón y en Corea se cultiva el alga kombú, Laminaria japonica, a la cual los chinos llaman jaidai y la están cultivando también con gran éxito, llevándola desde las frías aguas oceánicas del norte de Japón, noreste de Corea y Siberia, hasta la costa norte del Mar Amarillo adyacente a China, que presenta características semejantes.

El cultivo de esta alga se lleva a cabo en las bahías cuyas aguas tienen una profundidad de alrededor de 10 metros. El alga crece en cuerdas envueltas a largas varas de bambú flotantes sujetas a manera de estacas, o bien, descansando sobre el fondo del mar por medio de pesas. El primer paso consiste en recoger las esporas de las plantas maduras a fines de otoño y colocarlas en una especie de escalerillas hechas de pedazos de bambú que penden de las varas. En el mes de enero, las esporas se convierten en retoños que luego se trasplantan y fijan en las cuerdas a intervalos regulares y después de 4 o 5 meses son algas de 3 o más metros de largo, para ser recogidas.

Una serie de dificultades tuvieron que superarse para que el cultivo resultara comercial; incluso después de experimentos satisfactorios con este método, la producción era baja y el costo resultaba alto. La colocación estrecha de los retoños ha demostrado ser uno de los medios para aumentar el rendimiento y en las zonas experimentales la producción en gran escala ha elevado su rendimiento de un 30 a un 50%.

También se puede incrementar el cultivo por medio de la fertilización del agua. Sin embargo, el fertilizante vaciado a las aguas del mar que están en constante movimiento sería pronto arrastrado de la zona de cultivo; fue así que se idearon métodos especiales para su aplicación, empleando vasijas de arcilla porosa que permiten que el fertilizante escurra lentamente.

Los experimentos realizados en una área extensa demuestran que la aplicación de un kilogramo de nitrato de amonio aumenta considerablemente la cantidad de alga, probando de esta forma que el fertilizante distribuido tiene igual efecto que cuando se aplica en los cultivos agrícolas.

Otro país que está cultivando algas con gran éxtio es Filipinas, principalmente las del género Eucheuma, en la zona de Mindanao-Tawitawi, para la producción de ficocoloides. En este país se ha establecido un sistema familiar de cultivo, en el que el cultivador y su familia aportan la mano de obra, así como los materiales naturales, como los construidos con mangle, y las empresas productoras de ficocoloide proporcionan los materiales de mayor costo, como las redes, la asesoría técnica y aseguran la adquisición de la producción.

En los Estados Unidos están cultivando la especie Eucheuma isiforme en Florida, en la Bahía de Puget y el Estrecho de Juan de Fuca, en el estado de Washington. También han iniciado su cultivo controlado en estanques, con un rendimiento potencial muy alto por hectárea, pero sus costos son más elevados.

El cultivo de algas en estanques, que rinde formidables incrementos en la productividad, abre importantes perspectivas a esta industria mundial, gracias a experimentos realizados por científicos norteamericanos y japoneses. Lograron establecer una granja donde al alga roja común, también llamada liquen de Irlanda y que pertenece a la especie Chondrus crispus puede producirse en cultivo en cantidades 60 veces más altas que las que reditúa su rendimiento natural. El alga roja contiene el coloide químico conocido como carragenano, sustancia gelatinosa que se emplea en la elaboración de productos químicos, alimenticios, farmacéuticos y pinturas.

Aunque la producción de este agente químico se cuadruplicó en los últimos años, su disponibilidad en el mercado mundial es limitada a pesar de los cultivos que se realizan en Filipinas. Por tal motivo, los precios de las algas que lo contienen se han incrementado notablemente. Para el cultivo de estas algas, los científicos recomiendan que se utilicen tanques de madera prensada y cubierta con fibra de vidrio o plástico, con un área de superficie de 3 metros cuadrados, a ellos debe circular constantemente aire llevado por compresoras. En cada estanque se pueden colocar 20 kilos de algas y al cabo de 30 días recolectarse 36, lo que rinde un peso neto de 7.2 kilogramos; cada año pueden obtenerse hasta 10 cosechas, o sea, 72 kilos de producto seco.

Los principales productores de algas rojas son Indonesia y Filipinas; este último las cultiva en granjas que rinden más de 30 toneladas de producto seco por hectárea al año, y el método de desarrollo consiste en amarrar pequeñas ramas de estas algas a una red de monofilamento, justo bajo el nivel de la marea baja y en lagunas protegidas; en sólo 3 meses una rama de 50 gramos puede alcanzar hasta 5 kilogramos.

Como se ha observado que existen grandes posibilidades de cultivar algas, en muchos países se han iniciado programas con este fin y así por ejemplo en la India se está experimentando con la especie Gracilaria edulis, fijando fragmentos de plantas sanas y de crecimiento rápido, a cuerdas de benote extendidas en el mar, logrando que en diez meses y medio llegaran a la talla comercial.

En Francia se están desarrollando programas para el cultivo del kelp o sargazo gigante Macrocystis pyrifera, para contar con la materia prima que su industria necesita para la producción de alginatos. El principal problema que tuvieron que vencer los investigadores franceses fue el miedo de llevar a sus aguas una especie extraña que podría proliferar de manera incontrolada, produciendo daños en el ecosistema natural.

El cultivo de algas microscópicas como las de agua dulce de los géneros Chlorella y Scenedesmas, y la que vive en aguas salobres, Spirulina, ha cobrado gran impulso en los últimos 20 años, en que los científicos del Instituto Francés del Petróleo empezaron a cultivar Spirulina en África.

La Spirulina ha sido consumida desde hace más de 500 años por los aztecas en México y los kanenmbu en África, los cuales recogían el producto y lo colocaban en cestos y jarros a fin de secarlo expuesto al Sol. En África todavía su consumo es común en forma de una salsa llamada die a la que se le agrega grasa de res, cebolla frita, pimientos, gramíneas silvestres y lengua de vaca, y esta salsa sirve para acompañar las albóndigas de mijo.

El cultivo de Spirulina lo iniciaron los técnicos franceses y belgas en la árida región de Tchad en el año de 1962 y esto trajo como resultado que otros países se interesaran en producir esta alga; por ejemplo, en México la compañía Sosa Texcoco, S. A., aprovechando las aguas que sobran de su proceso industrial ricas en sosa cáustica, sal industrial, carbonato de sodio, carbonato de calcio, y uilizando un evaporador solar, la cultivó en la región conocida como "El caracol" en Texcoco, produciendo tabletas de concentrado del alga que se exportan a Inglaterra, el resto de Europa, Japón y Estados Unidos, y así el viejo tecuitlatl de los aztecas volvió a resurgir después de cinco siglos.

En la actualidad, Sosa de Texcoco extrae sales de sodio del lago semiseco, para uso industrial; mientras una planta piloto anexa permite obtener la Spirulina. Una hectárea de alga rinde una cosecha de 30 toneladas de proteína seca. El Instituto Nacional de Nutrición fabricó sopas, atoles y flanes con la Spirulina y los probó en seres humanos, comprobando que no provoca ningún tipo de enfermedades.

En 1985, en los Estados Unidos se estableció una granja para cultivar Spirulina dotada de instalaciones con la más alta tecnología, que puede producir una tonelada diaria de esta alga. La granja pertenece a la empresa Earthrise Farms, localizada en la región del Valle Imperial, al sur de California, y utiliza tierras no aptas para otro tipo de cultivo, y agua con alta concentración de sales que tampoco se puede utilizar en agricultura. El producto lo están empleando para producir complementos alimenticios para atletas, naturistas vegetarianos y gente que desea tomar una dieta balanceada.

Conforme se desarrolla la tecnología para el cultivo de las algas, los costos de producción se abaratan de manera sorprendente, lo que significa un estímulo para los países pobres, ya que pueden conseguir alimento sin que esto implique un gasto grande, lo que es muy importante para los pueblos de África, Asia y América Latina principalmente pues, con esto se puede colaborar a resolver el problema de falta de alimento que en estas naciones se presenta.

LA INDUSTRIA DE LAS ALGAS MARINAS : RESEÑA

Se ha documentado que las algas marinas se utilizaban como alimento ya en el siglo IV en el Japón y en el siglo VI en China. Hoy en día, esos dos países y la República de Corea son los mayores consumidores de algas marinas como alimento y sus necesidades constituyen la base para una industria que recolecta seis millones de toneladas de algas frescas al año en todo el mundo, por un valor de unos 5 000 millones de dólares EE.UU.
Durante los 50 últimos años, la demanda ha crecido más deprisa que la capacidad para satisfacer las necesidades con las existencias de algas naturales (silvestres). La investigación sobre el ciclo vital de las algas ha propiciado el desarrollo de industrias dedicadas a su cultivo, que actualmente cubren más del 90 por ciento de la demanda del mercado.
China es el principal productor de algas marinas comestibles, con unos cinco millones de toneladas. La mayor parte de esta cantidad corresponde al kombu, producido a partir de Laminaria japonica cuyo cultivo en cuerdas suspendidas ocupa cientos de hectáreas en el océano. La República de Corea cultiva unas 800 000 toneladas de tres especies diferentes, el 50 por ciento de las cuales corresponde al wakame, producido a partir de Undaria pinnatifida cuyo cultivo es similar al de Laminaria en China. La producción japonesa asciende a unas 600 000 toneladas, de las que el 75 por ciento corresponde al nori, producido a partir de especies de Porphyra; se trata de un producto de gran valor (unos 16 000 dólares EE.UU. por tonelada), en comparación con el kombu (2 800 dólares EE.UU.) y el wakame (6 900 dólares EE.UU.).
El alginato, el agar y la carragenina son espesantes y gelificantes que se extraen de las algas marinas y constituyen la base principal de los usos industriales de éstas. La utilización de las algas marinas como fuente de esos hidrocoloides se remonta a 1658, cuando se descubrieron en el Japón las propiedades gelificantes del agar, extraído mediante agua caliente de un alga roja. Los extractos de musgo perlado, que es otra alga marina, contienen carragenina y fueron muy utilizados como espesantes en el siglo XIX, mientras que las extractos de algas pardas no empezaron a producirse comercialmente y a venderse como espesantes y gelificantes hasta el decenio de 1930. Los usos industriales de los extractos de algas marinas se expandieron rápidamente después de la segunda guerra mundial, aunque en ocasiones estuvieron limitados por la disponibilidad de materias primas.
En la actualidad se recolecta aproximadamente un millón de toneladas de algas frescas de las que se obtienen extractos para producir los tres hidrocoloides antes mencionados. Se producen en total 55 000 toneladas de hidrocoloides por un valor de 585 millones de dólares EE.UU.
La producción de alginato (213 millones de dólares EE.UU.) se realiza a partir de extractos de algas pardas, recolectadas en su totalidad; resulta demasiado costoso cultivar algas pardas para obtener materias primas destinadas a usos industriales.
La producción de agar (132 millones de dólares EE.UU.) se realiza principalmente a partir de dos tipos de algas rojas, uno de los cuales se cultiva desde 1960 o 1970, pero en una escala mucho más amplia desde 1990, y ello ha permitido la expansión de esta industria.
La producción de carragenina (240 millones de dólares EE.UU.) se basaba al principio en las algas marinas silvestres, en particular el musgo perlado, que es una pequeña alga que crece en aguas frías con una base de recursos limitada. Sin embargo, desde los primeros años del decenio de 1970 la industria ha crecido rápidamente a causa de la disponibilidad de otras algas que contienen carragenina, cultivadas con éxito en países de aguas templadas con bajos costos de mano de obra. En la actualidad, la mayor parte de las algas utilizadas para producir carragenina son cultivadas, aunque sigue habiendo una pequeña demanda de musgo perlado y de algunas otras especies silvestres de América del Sur.
En el decenio de 1960, Noruega fue el primer país en producir harina de algas, hecha con algas pardas desecadas y en polvo, que se utiliza como aditivo para piensos. La desecación suele hacerse en hornos alimentados con petróleo, por lo que el precio del crudo influye en su costo. Anualmente se recolectan unas 50 000 toneladas de algas marinas frescas, con las que se fabrican 10 000 toneladas de harina de algas por un valor de cinco millones de dólares EE.UU.
El valor total de los productos industriales derivados de las algas marinas es de 590 millones de dólares EE.UU.
El valor total de todos los productos de la industria de las algas marinas se estima en 5 600 millones de dólares EE.UU.

Las algas marinas como alimento

Las algas marinas se han utilizado como alimento humano desde la antigüedad, especialmente en China, la península de Corea y el Japón. Al emigrar a otras regiones, los naturales de esos países han llevado este uso de las algas marinas a sus nuevos países, por lo que pueden encontrarse productos a base de algas saladas, desecadas y frescas en casi todas las partes del mundo. Esta es la base comercial de la industria alimentaria de las algas marinas.
Las poblaciones costeras de muchos países consumen también algas marinas, unas veces como parte de formas de vida basadas en una economía de subsistencia y otras como ingrediente habitual de ciertos tipos de ensalada, especialmente en Hawai y los países más cálidos del Asia sudoriental, como por ejemplo Indonesia, Malasia, Filipinas y Tailandia. Estos productos se recolectan y venden localmente, y no se conoce su volumen ni su valor.
Las tres algas marinas más importantes utilizadas como alimento humano son varias especies de Porphyra (cuyo nombre vulgar en el Japón es nori), Laminaria (kombu) y Undaria (wakame). En los últimos años Porphyra ha figurado en las estadísticas japonesas sobre pesca como la tercera captura en orden de importancia. Estas tres algas se obtenían al principio de especies silvestres, pero en la actualidad sólo es posible cubrir la demanda utilizando métodos de cultivo en gran escala. Porphyra está clasificada como un alga roja, mientras que Laminaria y Undaria son algas pardas.
El ciclo vital de Porphyra es complejo y sólo fue dilucidado en el decenio de 1950 por un ficólogo británico. Esto dio lugar a una rápida expansión de la industria del nori, primero en el Japón y más tarde en China y República de Corea. El nori se vende en paquetes (de unos 30 g) de hojas finas, de 10 a 12 cm2, normalmente sin cocer o ligeramente horneadas, y se utiliza para formar el envoltorio exterior del sushi. A veces se come cocido y salado como aperitivo o espolvoreado sobre el arroz o los fideos. Tiene un contenido elevado de valiosas proteínas comestibles.
Se estima que la producción anual es de 90 000 toneladas de peso en seco y que su valor asciende a 1 460 millones de dólares EE.UU.
Las especies de Laminaria se cultivaron por vez primera en el Japón, pero en el decenio de 1950 científicos chinos lograron reducir el tiempo de cultivo de dos años a uno solo, y la producción china creció hasta superar 1,5 millones de toneladas anuales de algas frescas. La mayor parte de esta producción se deseca y se consume como kombu en las provincias costeras, y el resto se utiliza para producir alginato. Sin embargo, el costo del cultivo es elevado y aunque el precio que se obtiene de su venta como alimento (unos 3 000 dólares EE.UU. por tonelada de peso en seco) compensa esa diferencia, no es competitivo en un mercado abierto de alginato en el que el costo de la materia prima debe situarse en unos 500 dólares EE.UU. por tonelada de peso en seco, por lo que la industria china del alginato necesita utilizar especies silvestres, a menudo importadas. El kombu se utiliza en una gran variedad de platos de sopas, como ingrediente de un estofado japonés, para hacer encurtidos y como té.
Se cultiva en gran escala sobre todo en el Japón y China, y en menor medida en República de Corea. La producción mundial se estima en algo más de un millón de toneladas de peso en seco, con un valor de 3 000 millones de dólares EE.UU.
La Undaria es especialmente apreciada en la República de Corea, donde se cultiva en una escala mayor que en otros países. Se trata de un alga menos gruesa y más delicada que el kombu. Suele prepararse y comercializarse en forma de un producto blanqueado y salado, que se almacena a -10 grados Celsius antes de su venta. Se consume desalándolo en agua y se utiliza sobre todo en sopas; en la República de Corea se utiliza más wakame, con lo que se obtiene una sopa mucho más espesa que en el Japón. Algunos productos elaborados a base de wakame se comercializan como alimentos instantáneos.
La producción de Undaria, en su mayor parte cultivada pero también en parte silvestre, es de unas 33 000 toneladas de peso en seco, y su valor asciende a 230 millones de dólares EE.UU.
En el último decenio, algunas instituciones francesas de investigación y desarrollo han hecho un esfuerzo considerable para elaborar productos comestibles de algas marinas con objeto de introducirlos en la dieta y el mercado europeos.

INFORMACIÓN SOBRE LAS ALGAS MARINAS

Las algas marinas pueden clasificarse en tres grandes grupos basados en su color: pardas, rojas y verdes. Los botánicos denominan a estos grandes grupos feofíceas, rodofíceas y clorofíceas, respectivamente. Las algas pardas suelen ser grandes y comprenden desde el gran kelp que a menudo mide 20 metros de longitud, hasta las especies más pequeñas de 30 a 60 cm, pasando por algas gruesas y coriáceas de dos a cuatro metros. Las algas rojas suelen ser más pequeñas, y por lo general su longitud varía de unos pocos centímetros a un metro; pero las algas rojas no siempre son rojas: a veces son de color púrpura, e incluso de color rojo pardusco, pero a pesar de ello los botánicos las clasifican como rodofíceas debido a otras características. Las algas verdes son también pequeñas, y el margen de variación de sus dimensiones es similar al de las algas rojas.
Las algas marinas reciben también el nombre de macroalgas, para distinguirlas de las microalgas, de tamaño microscópico, que suelen ser unicelulares y son conocidas sobre todo por las algas de color azul verdoso que a veces proliferan en ríos y corrientes y los contaminan.
Las algas marinas que crecen en estado natural se denominan en ocasiones algas silvestres, para diferenciarlas de las algas que se cultivan.

Las algas marinas como fuente de hidrocoloides

Las paredes celulares de las algas marinas contienen polisacáridos de cadena larga, lo que da flexibilidad a las algas y les permite adaptarse a la variedad de movimientos de las aguas en las que crecen. Por ejemplo, algunas algas pardas crecen sujetas a las rocas en aguas muy turbulentas, por lo que han de tener una gran flexibilidad para sobrevivir; estas algas contienen una cantidad mayor de ese tipo de polisacáridos que las algas pardas que crecen en aguas tranquilas. Esos polisacáridos se denominan hidrocoloides porque cuando se dispersan en el agua dan una disolución con propiedades coloidales. Los polisacáridos de otras fuentes, como por ejemplo las plantas terrestres, se comportan de forma similar, por lo que a veces se utiliza el término “ficocoloides” para distinguir a los hidrocoloides derivados de las algas marinas (de ficocología, estudio de las algas, incluidas las algas marinas).
Cuando se dispersan en el agua, los hidrocoloides aumentan la viscosidad, por lo que tienen muchas aplicaciones como agentes espesantes. En ciertas condiciones forman también geles, y esta propiedad es útil para otras aplicaciones. Las propiedades coloidales de las algas permiten utilizarlas con otros fines en los que su modo de actuación es menos fácil de determinar; por ejemplo, el hidrocoloide derivado de las algas pardas suele añadirse al helado, para impedir la formación de cristales de hielo cuando el helado se funde parcialmente y se vuelve a congelar (en el camino del supermercado al hogar).
Los hidrocoloides de importancia comercial obtenidos a partir de las algas marinas son el alginato, el agar y la carragenina.
El polisacárido que contienen las algas pardas es el ácido algínico, presente en forma de sus sales de sodio, potasio, magnesio y calcio (científicamente hablando, el ácido algínico es un ácido carboxílico). Las algas rojas contienen una variedad de polisacáridos, pero los que tienen importancia comercial son el agar y la carragenina; se denominan polisacáridos sulfatados porque contienen grupos sulfónicos con carga negativa que se combinan en las algas marinas con un ion de carga positiva como los que se encuentran en el ácido algínico.

Las algas pardas como fuente de alginato

Todas las algas pardas contienen alginato, pero hay grandes diferencias en la cantidad y calidad del alginato presente. Un alga comercial debe contener en torno al 20 por ciento de su peso en seco de alginato. La calidad del alginato se basa en la viscosidad que producirá disuelto en agua al uno por ciento; cuanto mayor es la viscosidad mayor se considera la calidad. Las algas pardas que crecen en aguas frías suelen producir un alginato de buena calidad, mientras que las que crecen en aguas entre templadas y tropicales producen a menudo un alginato de poca viscosidad.
Las principales fuentes comerciales son las especies de Ascophyllum y Laminaria (Europa), Lessonia (América del Sur), Ecklonia (Sudáfrica), Durvillaea (Australia y Chile) y Macrocystis (California y Baja California). Las especies de Sargassum y Turbinaria se recolectan en aguas más cálidas, pero normalmente sólo producen pequeñas cantidades de alginato de calidad inferior.
Los alginatos se utilizan como espesantes de alimentos y productos farmacéuticos y en la estampación de tejidos. Si se añade una sal de calcio a una disolución de alginato sódico, se forma un gel, y esta propiedad tiene aplicaciones en la industria alimentaria y en otras ramas de producción. También se puede obtener alginato cálcico en forma de fibras que se utilizan para fabricar vendajes quirúrgicos.
Todas las materias primas para la producción de alginato son algas marinas silvestres, a excepción de algunas utilizadas en China donde los excedentes de Laminaria japonica, cultivada con fines alimentarios, se utilizan para extraer alginato. Se recolectan unas 85 000 toneladas de peso en seco, de las que se obtienen 23 000 toneladas de alginato por un valor de 211 millones de dólares EE.UU. Hay nueve grandes productores, y probablemente otros 20 productores menos importantes, muchos de ellos ubicados en China. Sin embargo, dos productores representan el 60 por ciento como mínimo de la producción total. En los 20 últimos años la industria ha crecido entre un tres y un cuatro por ciento al año, pero en algunos años este crecimiento se ha reducido a cero debido a la escasez de materias primas provocada por El Niño y a la competencia de otros hidrocoloides. Puede que la creciente utilización en las industrias cosmética, farmacéutica y biotecnológica permita mantener esta tasa de crecimiento.

Las algas rojas como fuente de agar

Hay dos fuentes principales de algas marinas para la industria mundial del agar: las especies de Gelidium y Gracilaria. Las especies de Gelidium, que fueron la fuente original, procedían en otros tiempos del Japón, pero la escasez registrada durante la segunda guerra mundial impulsó la búsqueda de otras materias primas. Se comprobó que las especies de Gracilaria eran adecuadas si se trataban primero con un álcali. El agar de mejor calidad (gel más concentrado) es el derivado de Gelidium, pero sólo puede obtenerse de especies silvestres; se trata de un alga pequeña que crece lentamente, y los intentos de cultivarla no han sido comercialmente viables. Las especies de Gracilaria son algas de mayor tamaño y se han cultivado con éxito, por lo que en la actualidad constituyen la principal fuente de agar (el 65 por ciento aproximadamente).
El cultivo de Gracilaria ha prosperado especialmente en Chile, pero existen especies de esta alga tanto silvestres como cultivadas en la Argentina, Sudáfrica, el Japón, Indonesia, Filipinas, China y la India. La demanda de Gelidium es siempre elevada, por lo que cuando es posible se recolecta, siendo los principales países proveedores España, Portugal, Marruecos, el Japón, República de Corea, China, Chile y Sudáfrica. Otras fuentes secundarias de materia prima para la producción de agar son las especies de Pterocladia (una pequeña alga similar a Gelidium, que se recolecta en las Azores y Nueva Zelandia) y Gelidiella (India, Egipto y Madagascar).Anualmente se extraen 55 000 toneladas (peso en seco) de algas marinas con las que se producen 7 500 toneladas de agar por un valor de 132 millones de dólares EE.UU. Chile, España y el Japón producen el 60 por ciento del total de agar. Hay 30 productores conocidos y se estima que podría haber otros 20 productores menores. El desarrollo de nuevas aplicaciones es lento y la tasa de crecimiento de la industria del agar se estima en el uno ó dos por ciento al año, muy similar al de los últimos treinta años.

Las algas rojas como fuente de carragenina

El musgo perlado (Chondrus crispus) fue la fuente original de carragenina, y hasta finales del decenio de 1960 la disponibilidad de fuentes silvestres de esta alga, que se da mejor en aguas frías, como las de las costas de Irlanda y Nueva Escocia, limitó la expansión de esta industria. El cultivo de Chondrus en tanques resultaba demasiado costoso, pero desde el decenio de 1970 se cultivan con gran éxito otras especies de aguas cálidas, como Kappaphycus alvarezii (también llamada cottonii) y Eucheuma denticulatum (spinosum), que actualmente son las principales materias primas utilizadas para producir carragenina.
El cultivo de estas dos últimas especies se inició en Filipinas pero se ha extendido después a otros países de aguas cálidas con bajos costos de mano de obra, entre ellos Indonesia y la República Unida de Tanzanía (Zanzíbar). Las empresas que se dedican a la extracción de carragenina están promoviendo activamente el cultivo en otras zonas, como la India, África y las islas del Pacífico. Estas dos especies representan actualmente el 85 por ciento de la materia prima utilizada por la industria, mientras que Chondrus (procedente del Canadá, Francia, España, Portugal y República de Corea) representa el cinco por ciento y las especies de Gigartina, procedentes de Chile, Marruecos y México, representan el 10 por ciento restante.
El consumo total de materias primas asciende a unas 150 000 toneladas de algas marinas (peso en seco), de las que se obtienen 28 000 toneladas de carragenina por un valor de 270 millones de dólares EE.UU. Hay 24 productores reconocidos de carragenina y tal vez otros 10 productores menores. Sin embargo, el 65 por ciento de la producción total corresponde a tres empresas. Los productores están esforzándose en promover nuevas aplicaciones y el crecimiento anual en los 15 últimos años se ha situado en un ocho por ciento aproximadamente. Se estima que en los cinco próximos años el crecimiento anual será de un cinco por ciento aproximadamente.

Marruecos

Hay una industria consolidada, basada en la extracción de agar a partir de especies silvestres de Gelidium. En cooperación con el Laboratorio de Algología de Kenitra, el Instituto Nacional de Recursos Pesqueros y el Instituto Francés de Investigaciones sobre la Explotación del Mar (IFREMER), se ha elaborado un método útil para cuantificar los recursos de algas marinas. También se están tomando medidas a fin de localizar sitios naturales protegidos idóneos para el cultivo de algas marinas, presumiblemente con objeto de cultivar Gracilaria como complemento de los recursos naturales de Gelidium, utilizados en la producción de agar.

PERSPECTIVAS EN PAISES DE AFRICA : Kenya

Kenya no ofrece perspectivas muy alentadoras para una industria de las algas marinas. No existe una biomasa importante de algas marinas silvestres que sirva de base a esa industria. Ninguno de los estudios piloto realizados ha dado resultados prometedores que animen a los inversores a emprender actividades relacionadas con el cultivo de algas marinas.

USOS DE LAS ALGAS MARINAS

Las algas marinas se utilizan desde hace tiempo como aditivos para suelos, principalmente en zonas costeras donde es fácil transportar las algas frescas o parcialmente desecadas a la zona que ha de fertilizarse. Las algas marinas actúan como acondicionador del suelo por su alto contenido de fibra y como fertilizante por su contenido de minerales. Las algas pardas de grandes dimensiones (especies de Laminaria y Ascophyllum en Europa, Sargassum en países más cálidos como Filipinas) son las más utilizadas, pero la aparición de fertilizantes químicos sintéticos ha reducido su mercado. Más recientemente, se han comercializado extractos líquidos de algas marinas que se aplican a cultivos más costosos, como las hortalizas y las bayas; se consiguen productores mejores y de crecimiento más rápido, habiéndose relacionado estos resultados con la presencia en los extractos de hormonas vegetales similares a la auxina. En Sudáfrica se utilizan cada año unas 500 toneladas de Ecklonia fresca para obtener esos extractos, pero en el Reino Unido y Nueva Zelandia también se obtienen productos similares a partir de otras algas pardas.
El alga parda Ascophyllum nodosum abunda en las aguas más frías de Irlanda, Escocia, Noruega y Nueva Escocia. Se utiliza en parte para la producción de alginato, pero también se ha creado una industria basada en su aplicación como aditivo para piensos. El alga desecada se muele hasta obtener un polvo fino que se vende como harina. Se recurre a la desecación artificial, por lo que los costos de producción fluctúan en función del costo del petróleo crudo y, como el mercado sólo puede soportar unos determinados costos, la producción varía en el curso de los años. En la actualidad se estima en unas 1 000 toneladas de peso en seco al año, con un valor de cinco millones de dólares EE.UU.

Namibia

Se recogen especies de Gracilaria que el mar arroja a la playa y una empresa local está fomentando el cultivo, pero el mercado es poco activo. Se recolectan y desecan especies silvestres de Laminaria y Ecklonia (kelp), que antes se exportaban para la extracción de alginato pero que actualmente se utilizan como alimento para orejas de mar, para productos de bienestar y salud y como materia prima de piensos para peces. El Presidente de Namibia ha ayudado a la Universidad de Namibia a crear una infraestructura en la Bahía de Henties que promoverá la investigación sobre los recursos de algas marinas del país.

Mozambique

Se ha iniciado el cultivo de algas marinas en el norte del país, con ayuda de empresas comerciales. Se encuentra en una fase de desarrollo, pero al parecer ofrece posibilidades satisfactorias.

Senegal

Una empresa, Algasen, está fomentando la recolección de algas marinas que compra a los aldeanos para su exportación. Las especies seleccionadas son dos: Meristotheca senegalensis, que contiene carragenina pero se exporta al Japón donde se utiliza como alimento humano, e Hypnea musciformis, que también contiene carragenina. De 1973 a 1981 hubo otra empresa, Senealgue, que utilizaba Hypnea, aunque probablemente se limitaba a comprarla y exportarla, pero la calidad de las algas era demasiado deficiente (estaban mezcladas con demasiada arena y otros materias). Algasen confía en superar este problema. Todas las algas que se recolectan son silvestres; no existen cultivos. Algasen prevé empezar a recolectar algas marinas durante la próxima campaña de Hypnea, que es en febrero. Su correspondencia revela cierto conocimiento de la industria, pero es difícil estimar su profundidad real. Great Sea Vegetables puede ser una valiosa fuente de información sobre las actividades en ese país y sobre Algasen.